
Alucinante. En una sola palabra, asà es la última creación de BMW Motorrad, bautizada como HP4 Race, una auténtica moto de carreras fabricada según los criterios más exquisitos. Chasis monocasco hecho en fibra de carbono, más de 200 caballos de fuerza y sólo 171 kilos lo confirman. Se trata, eso sÃ, de una edición limitada a sólo 750 unidades, dirigidas únicamente al circuito.
Hablar de la BMW HP4 Race es hablar de su chasis, una estructura desarrollada completamente en fibra de carbono, que convierte al fabricante de motos bávaro en el primero en comercializar un modelo con un chasis de este tipo. Pesa sólo 7,8 kg y conjuga unas llantas hechas en este mismo material, un 30% más ligeras que las tradicionales llantas forjadas de aleación.
Esta máquina bávara es un compendio de avances en el uso de fibra de carbono, pues el carenado, el apoyo del sillÃn y el guardabarros delantero también son de este componente.
Toda esta megaestructura se potencia con unas suspenciones firmadas por Öhlins, idénticas a las empleadas en el MotoGP y en el Mundial de Superbikes, competición de la que, además, deriva su ligero basculante.
Para frenar, recurre a Brembo, con dos pinzas monobloque GP PR que se utilizan también en campeonatos mundiales, con bombines recubiertos de titanio y las pinzas de aluminio de una sola pieza con superficie niquelada, la mejor combinación de materiales posible hoy en dÃa.
» Un gran rugido y más
La BMW HP4 Race es una verdadera bestia dispuesta a hacer a su dueño el más rápido en cada trackday. Monta un bloque de cuatro cilindros en lÃnea, 999 centÃmetros cúbicos, que desarrolla una potencia de 215 caballos a 13.900 rpm, contando con un par de 120 Nm a 10.000 rpm.
Su caja de cambios fue concebida Ãntegramente para el circuito, de hecho se podrá solicitar con una configuración especÃfica para el tipo de pista más frecuentada por el piloto. Se presenta con un esquema de marchas invertido, con la primera hacia arriba y las siguientes, hasta la sexta, hacia abajo. Gracias al asistente Pro, no es necesario utilizar el embrague al reducir de marcha, pues el sistema da “un golpe de gas” en cada transición.
Para su sistema de escape, BMW Motorrad recurrió a otro nombre ilustre, a Akrapovic, que ha firmado un sistema de escape desarrollado con una disposición 4-2-1. La obsesión por el peso ha llevado a que esté recubierto por fibra de carbono y a que las bridas de los colectores sean de titanio.
En el apartado de ayudas electrónicas hay que destacar el control dinámico de tracción, un sistema de freno motor Engine Brake EBR (15 niveles) y el anti-wheelie, todos ajustables a las distintas circunstancias del circuito, al estilo de conducción e incluso a cada marcha para aprovechar todo su potencial.
A esto se suma un limitador Pit-Lane (para no superar la velocidad máxima en el pit-lane) y control de salida (para hacer salidas perfectas).
La nueva bestia bávara se lanzará en el mercado mundial durante el segundo semestre del presente año, con un precio igual de bestial: 80 mil euros, o sea, poco más de 57 millones de pesos.